jueves, 13 de octubre de 2011

Balada triste de armónica

Los adoquines están mojados, como mis pestañas. Las luces de las farolas se reflejan en el agua del suelo y en los cristales de las ventanas cerradas.
El reloj marca las 6, pero ya es de noche.
Alguien camina por la estrecha calle de casas oscuras de piedra gris, acompañado de un paraguas granate.
Las notas de la armónica, entretejidas con una ocasional gota de lluvia, es lo único que se oye. Son amargas, la notas. Metálicas, como si les costara continuar; oxidadas.
La tristeza adora esta ciudad.
La armónica toca una balada, ese alguien se aleja entre los charcos.

domingo, 9 de octubre de 2011

La bella durmiente

Niños, esta noche os voy a contar un cuento;

Había una vez una bruja malvada que se enfadó mucho porque no fue invitada al bautizo de la princesa. Así que, en un alarde de ira indiscriminada, le lanzó una maldición: “100 años dormida si te pinchas con una rueca a los 16”.
Los padres de la cría, en lugar de eliminar del país todas las ruecas y esconder a la pobre muchacha en lo más profundo del bosque, a los 15 años le dijeron: “Si tocas una rueca, 100 años dormida. ¿Te apetece?
Y la princesa lo pensó un momento dijo: “Pues la verdad es que no”.
Y se acabó el cuento. No hubo pinchazo ni 100 años de sueño.

Moraleja: No digas simplemente "no", explica el por qué.

domingo, 2 de octubre de 2011

Nuevamente, arena



Hoy, ya empezado Octubre, ha sido como un pedazo de verano. Chanclas, una toalla por todo equipaje, el bañador bajo el pantalón y tú a mi lado; hablando en inglés porque todavía tienes ni idea de español, y te ríes de mí cuando confundo verbos o llamo “floor” al fondo del mar. Arena, surferos de mirada perdida, Zurriola. Hablando de olas (o la inoportuna ausencia de ellas) y de Edimburgo. Salpicas agua y me sonríes como un crío, pero yo apenas lo adivino porque sin lentillas estoy ciega (así es el verano). El pelo lleno de sal y marcas de moreno en la piel.

Entonces vuelvo a Pamplona, donde todo es frío y universidad, y nada se me hace tan largo como la calle Iturrama.